Ayer aprovechando un rayito de sol entre chubasco y chubasco cargue mis alforjas con dos mancuernas de 3kg cada una, dos toallas de playa y dos sacos de dormir (Unos 8 kg en total) y salí a probar la bici.
La primera impresión es lo difícil que resulta dominar la bicicleta parada: se va para atras, pesa mucho para moverla solo desde el manillar... esto junto con los pedales automáticos huele mal.
Para familiarizarme me doy un par de vueltas por el carril bici del barrio. En movimiento es más sencillo de manejar que parado aunque el peso se nota se sobrelleva sin mayores problemas. Solo hay que considerar que cuesta arriba y cuesta abajo se nota bastante y hay que tener en cuenta que la bici no cabe por los mismos sitios que sin alforjas.
Tras esto me animo a acercarme a Can Borrell (en el camino me encuentro a Jose Luis machandose duramente con el running) y vuelta a casa. Al final 22 km a una media de 17'5 km/h y primer contacto con las alforjas.
Por cierto, primera salida con pedales automáticos sin caída....
Buen intento. Yo lo tenía todo listo para la prueba del sabado pasado pero la lluvia lo estropeó, aunque ya vi que la bici se maneja bastante peor y que efectivamente el peso de las alforjas tienda a levantar la bici. Habrá que acostumbrarse sobre la marcha...!
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